Huella Andina se convirtió en el primer gran recorrido del país pensado para los amantes de trekking. Tiene cerca de 560 kilómetros de extensión. La ruta trazada es de dificultad baja y media. Algunos senderos también se pueden recorrer en bicicleta o a caballo. Según sus impulsores una de las virtudes es que está totalmente señalizado.
Su trazado conecta el lago Aluminé en Villa Pehuenia, Neuquén, con el lago Baguilt, en Chubut. Luego atraviesa de norte a sur la zona cordillerana de la Reserva de la Biósfera Andino Norpatagónica, uniendo los senderos a lo largo de cinco parques nacionales: Lanín, Nahuel Huapi, Arrayanes, Lago Puelo y Los Alerces.
Cuentan que de diciembre a mayo la ruta se puede hacer en forma independiente y el resto del año se requiere exclusivamente de la supervisión de guías de montaña. Huella Andina forma parte del plan Senderos Argentina, una iniciativa que promueve el senderismo por la Patagonia Norte, a partir de la reutilización de huellas y caminos para crear un sendero troncal.